El hielo como tratamiento facial

Hielo como tratamiento facial

El hielo tiene propiedades tonificadoras y rejuvenecedoras para la piel. De hecho, en los últimos años, se ha puesto de moda una terapia natural y de origen oriental que tiene al hielo como protagonista principal. Esta ya se practica por todo el mundo y destaca por ser poco costosa.

A diario, la piel de la cara se encuentra expuesta a distintos factores que pueden acelerar el proceso de envejecimiento y que, si no les prestamos atención, pueden generarnos problemas en la piel que perjudiquen nuestra imagen.

¿En qué consiste este tipo de tratamiento con hielo?

Este tratamiento debería aplicarse frotando el hielo sobre las líneas del rostro en las primeras horas de la mañana y de la noche para hidratar y tonificar esas líneas y evitar así la pronta aparición de arrugas.

Los tratamientos de este estilo están ya extendidos dentro de los catálogos de spas y centros de belleza, gracias a los buenos resultados que están dando este tipo de procesos.

¿Cuáles son los beneficios del tratamiento facial con hielo?

En primer lugar, es importante destacar el beneficio económico, puesto que la industria cosmética ha creado una gran cantidad de productos para el cuidado de la piel que sirven para rejuvenecerla y regenerarla, pero su precio es en ocasiones prohibitivo y además de uso diario, por lo que el gasto aumenta.

En cuanto a los beneficios para la piel, el tratamiento facial con hielo es muy útil para:

  • Combatir el acné y las manchas que aparecen en la cara debido a la exposición al sol o los cambios hormonales.
  • Estimular la circulación sanguínea en las venas y capilares del rostro, lo que ayuda a rejuvenecer la piel.
  • Eliminar las ojeras cuando se aplica en la parte inferior de los ojos, hidratando la zona.
  • Refresca y tonifica la piel, manteniéndola firme y evitando que aparezcan arrugas.
  • Permite prevenir puntos negros y cerrar los poros abiertos.

Cómo aplicar este tratamiento en casa

Si tienes una bolsa de cubitos de hielo en casa, puedes llevar a cabo este tratamiento de manera casera, lo que te ahorrará tiempo y por supuesto, dinero.

Para llevar a cabo el tratamiento, lo principal es que se realice de manera constante, convirtiéndolo en rutina, ya que hasta que no se haya llevado a cabo unas cuántas veces, no podremos notar sus efectos plenamente.

Para aplicarlo habría que seguir los siguientes pasos:

  • En primer lugar, hay que limpiar la piel a fondo, quitando el maquillaje si lo hubiese.
  • Envolver uno o dos cubitos de hielo en un paño de tela suave, puesto que no es adecuado que el hielo se ponga directamente sobre el rostro, ya que esto sería contraproducente.
  • Habrá que ir apoyando y frotando el paño durante unos minutos en las diferentes partes del rostro (mejillas, mandíbula, frente, ojos…) con movimientos circulares.
  • Una vez terminemos de aplicar el hielo sobre nuestra cara, es recomendable utilizar algún tónico facial para dar un poco más de hidratación a la piel.

Siguiendo estos sencillos pasos y siempre que tengamos hielo en casa podremos, además de tener nuestras bebidas y alimentos fríos y bien conservados, tener también una piel tonificada y firme.

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